Los padres de Ana
Hoy Ana se ha levantado pronto para ir al cole. Normalmente le cuesta un poco salir de la cama y su padre tiene que entrar varias veces en su habitación para asegurarse de que está despierta. Pero hoy no ha hecho falta. Ha bajado las escaleras a toda velocidad, ha engullido el desayuno y le ha dicho a su madre -"¿Nos vamos ya?".
- ¿A qué se deberá tanto interés por ir al cole hoy? -se pregunta su madre mientras arranca el coche.
- ¡Mamá, estoy super nerviosa! -dice Ana totalmente entusiasmada.
- ¿Por qué, pequeñaja? -pregunta su madre.
- Verás... Hoy me toca leer en clase la redacción que el profe nos mandó sobre nuestra familia. ¡Tengo muchísimas ganas de compartirla con mis compañeros y compañeras! Me he dado cuenta de que la mayoría de las familias de los otros niños y niñas son muy similares: las mamás se quedan en casa y se encargan de todas las tareas del hogar y los papás se despiertan muy temprano para ir a trabajar. Y cuando lo cuentan, lo hacen con un poco de tristeza. Pero nuestra familia es diferente, es especial. En nuestra familia todo es al revés. Tú trabajas en algo que te encanta ¡Eres la mejor publicista del mundo! Y papá es quien se queda en casa. Le encanta que todo esté en orden, cocinar cosas ricas y esperar a que lleguemos a casa para recibirnos con la mejor de sus sonrisas.
- ¿Y eso te parece especial, hija? -contesta su madre.
- ¡Claro que lo es! Quiero que todo el mundo sepa que en mi familia hacemos las cosas de otro modo. Que somos diferentes, y eso nos hace especiales. Ojalá todas las familias fueran como la nuestra.
Ana se bajó del coche y salió corriendo hacia el cole. Pero antes de entrar gritó con todas sus fuerzas mirando a su madre:
"¡TENGO LA MEJOR FAMILIA DEL MUNDO!"
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